La gravedad del autismo está asociado con la carga de metales tóxicos en el cuerpo y los niveles de glutatión en los glóbulos rojos.
Articulo completo original en ingles en Pubmed.com: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2809421/?tool=pubmed
Autores: JB Adams, M. 1 Baral, 2 E. Geis, 3 J. Mitchell, J. 1 Ingram, 3 A. Hensley, 3 I. Zappia, 3 S. Newmark, 4 E. Gehn, 3 AR Rubin, 5 K. Mitchell, 3 J. Bradstreet, 2, 6 y JM El-Dahr 7
1 División de Ciencias Médicas Básicas, Southwest College de Medicina Naturopática, Tempe, AZ 85282, EE.UU.
2 Departamento de Medicina Pediátrica, Southwest College de Medicina Naturopática, Tempe, AZ 85282, EE.UU.
3 Autism Research Institute, San Diego, CA 92116-2599, EE.UU.
4 Centro de Medicina Pediátrica Integral, Tucson, AZ 85711, EE.UU.
5 Departamento de Matemáticas de la Universidad de Whittier, Whittier, CA 90601 hasta 4413, EE.UU.
6 Desarrollo del Niño del Centro de Recursos, Phoenix, AZ, EE.UU.
7 Departamento de Pediatría, Tulane University School of Medicine, Nueva Orleans, LA 70112, EE.UU.
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Resumen.
Este estudio investigó la relación entre los síntomas del autismo de los niños con su carga tóxica de metal y de los niveles de glutatión en glóbulos rojos (RBC). En niños de 3-8 años, la severidad del autismo se evaluó a través de cuatro herramientas: ADOS, PDD-BI, ATEC, y SAS. La carga tóxica metálica se evaluó midiendo la excreción urinaria de metales tóxicos, tanto antes como después de ácido bucal dimercaptosuccínico (DMSA).
Varios correlaciones positivas se encontraron entre la severidad del autismo y la excreción urinaria de metales tóxicos. Las variaciones en la severidad de las mediciones de autismo podría explicarse, en parte, mediante análisis de regresión de la excreción urinaria de metales tóxicos antes y después de DMSA y el nivel de glutatión en glóbulos rojos (R 2 ajustado de 0,22-0,45, p <0,005 en todos los casos) . Este estudio demuestra una asociación positiva significativa entre la severidad del autismo y la carga corporal relativa de los metales tóxicos sumado a una baja de su principal desintoxicador, el glutatión.
Introduccion.
El autismo es un trastorno severo del desarrollo que implica el aislamiento social, el déficit de comunicación, y los comportamientos estereotipados / repetitivos. Las causas fisiopatológicas que precipitan los síntomas del autismo sigue siendo difícil y controvertido en muchos casos, pero tanto los factores genéticos y ambientales y sus interacciones han sido implicados. Uno de los factores ambientales que ha recibido mucha atención es la carga corporal de mercurio, plomo y otros metales tóxicos.
Bernard et al. [ 1 ] discute las muchas similitudes entre los síntomas de niños con autismo y niños con envenenamiento de mercurio. Un estudio de la epidemiología por Windham et al. [ 2 ] encontraron que la cantidad de contaminantes en el aire, y especialmente el mercurio, se correlacionó con un mayor riesgo para el autismo. Un estudio realizado por Soto y Hitlan [ 3 ] encontró que los niveles en sangre de mercurio se correlacionan significativamente con el diagnóstico de autismo. Un pequeño estudio por Adams et al. [ 4 ] encontraron que los niños con autismo tenían un nivel dos veces más alto de mercurio en sus dientes de leche que los niños típicos. Un estudio realizado por Bradstreet et al. [ 5 ] investigó la carga corporal de los metales tóxicos, dando ácido dimercaptosuccínico (DMSA), un medicamento para la quelación oral aprobado por la FDA para el tratamiento de la intoxicación por plomo infantil.
Ellos encontraron que los niños con autismo se excreta 3,1 veces el mercurio tanto en la orina (que es donde se excreta DMSA), P <0.0002, pero el plomo y los niveles de cadmio no fueron significativamente diferentes. En general, hay alguna evidencia que sugiere que el mercurio y posiblemente otros metales tóxicos están relacionados con la etiología del autismo.
Este estudio investiga la posible relación de la severidad del autismo a la carga corporal relativa de los metales tóxicos.
Los niveles de glutation en glóbulos rojos (RBC) se midió debido a que es uno de los medios primarios del cuerpo para la excreción de metales tóxicos.
En este trabajo se investiga la posible relación de la severidad del autismo a la carga corporal de metales tóxicos y los niveles de glóbulos rojos glutatión. Este trabajo forma parte de un estudio mayor que investiga la seguridad y eficacia de la terapia DMSA, incluyendo tanto las consecuencias biológicas [ 10 ] y los efectos en el comportamiento asociados con DMSA [ 11 ]. El estudio más amplio que consiste en una ronda de 3 días de DMSA, a la pantalla para ser admitidos en un estudio de 3 meses de tratamiento con DMSA, sólo a los niños con altos niveles de metales tóxicos urinarios fueron admitidos en el estudio de tratamiento a largo plazo de 3 meses.
Resultados.
Hubo varias correlaciones positivas entre la severidad del autismo y la excreción urinaria de algunos metales tóxicos (tanto antes como después de tomar el DMSA). El plomo (después de DMSA) y antimonio (al inicio) tuvo el efecto más consistente, pero otros metales también fueron importantes. La existencia de múltiples correlaciones positivas sugirió que un análisis de regresión era apropiado.
El análisis de regresión determinó que la carga corporal de metales tóxicos (según la evaluación de la excreción urinaria antes y después de DMSA) se relacionó significativamente con las variaciones en la severidad del autismo, para cada una de las cuatro escalas. Los metales de mayor influencia fueron plomo (Pb), antimonio (Sb), mercurio (Hg), estaño (Sn), y aluminio (Al).
Dado que el estrés oxidativo y alteraciones metabólicas del glutatión han sido descritos tanto en la población autismo [ 12 , 13 ], es probable que éstos juegan un papel tanto en la carga relativa y la susceptibilidad a los metales pesados. Y puesto que la exposición a metales pesados genera el estrés oxidativo y el agotamiento de glutatión, el papel potencial de esta baja en los síntomas del autismo debe estudiarse más a fondo.
Somos conscientes de que otros dos estudios que encontraron una relación entre la severidad del autismo y de un biomarcador relacionado con la toxicidad de metales pesados. Un estudio realizado por Geier y col. [ 14 ] encontraron que las elevaciones de las porfirinas urinarias (asociado con el mercurio o el plomo y la toxicidad del mercurio) se asociaron significativamente con la medida de Habilitación de Autismo en la Niñez (CARS).
En este trabajo se ha centrado en la posible relación entre los metales tóxicos y la severidad del autismo. No se ha incluido un examen de la fuente de estos metales. El mercurio, el plomo y otros metales tóxicos provienen de muchas fuentes. Ha habido un interés particular en la posible relación del autismo y el timerosal (un conservante a base de mercurio alguna vez usado en muchas vacunas infantiles, pero alejado de la mayoría de las vacunas después de 2003).
Sin embargo, este estudio no fue diseñado para determinar las fuentes de los metales tóxicos que se encuentran en los niños con autismo.
Conclusiones
En general, se encontraron relaciones significativas de la severidad del autismo y la excreción urinaria de metales tóxicos, de modo que una carga corporal mayor de metales tóxicos se asoció con síntomas autistas más severos.
Los resultados de los análisis de regresión (p <0,005 en todos los casos) indican que las variaciones en la severidad del autismo puede ser parcialmente explicada en términos de carga tóxica del cuerpo de metal.
Referencias.
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